La jefa de Seguridad Personal, Mariel Arévalo, ofreció algunas recomendaciones para evitar caer en la trampa de un “secuestro virtual”.

Arévalo definió a los llamados secuestros virtuales como “una extorsión que virtualmente hace creer al destinatario o la víctima que una persona de su entorno familiar fue secuestrada. Los delincuentes usan un ardid engañoso y una manipulación psicológica que les hace creen que efectivamente puede haber una persona secuestrada”.

Sin embargo, destacó que existen “elementos que son un factor común y que nos interesa difundir”.

Sostuvo que la víctima es siempre elegida de manera azarosa. “Llaman a un teléfono fijo porque en determinado horario puede ocurrir que algún conviviente no esté”, indicó.

En ese primer llamado siempre los delincuentes pretenden que ocurrió un accidente en el que se vio involucrado un integrante de la familia. Arévalo dijo que lo que intentan es “proporcionar un shock emocional, un determinado evento siempre relacionado con un accidente de tránsito. Dicen que hablan desde la policia o desde la guardia de un efector de salud”.

Además, los delincuentes no tienen información sobre la persona que, en teoría, se vio afectada por el supuesto accidente. En cambio, son los propios familiares los que proporcionan la información que busca el “secuestrador”. “Nunca proporcionan ninguna información, quien atiende la llamada es quien proporciona la información”, dijo, y precisó que hay que “evitar dar cualquier clase de información respecto a datos, nombres y números de teléfono de los integrantes de la familia que en ese momento no estén en la casa”.

Una vez obtenida la información, el delincuente dirá que ha secuestrado al familiar. En este punto, y pese a lo que argumente el ”secuestrador”, Arévalo indicó que lo que debe hacerse es “cortar la llamada y entrar en contacto con la policía, por ejemplo el 911″.